"El gabinete no está en los planes de nosotros seguimos con el despacho, estamos felices con lo que hacemos con litigar, con el arte de litigar, ahorita son asuntos electorales, mañana son asuntos de divorcio, familiares, alimentos, mercantiles de empresa, que es lo que hace uno ¿qué es lo que hace un abogado? Un abogado representa los intereses del cliente ante los tribunales": Rosales Badillo.
Luego de que se dirimieron todas las controversias post electorales en los tribunales locales y federales, en donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) salió avante, sin duda que el abogado Hugo Gerardo Rosales Badillo, se cotizará por las nubes no solamente en el aspecto económico sino también en lo político, dado a que fue él quien esgrimió las defensas legales correspondientes, lo que lo lleva a convertirse en el asesor jurídico-político-electoral más poderoso en el sexenio de Jorge Herrera Caldera.
Este abogado, es reconocido en el gremio de los litigantes por ser un hombre con demasiada capacidad legal. Es un profesional del derecho que se mantiene al día en todas las reformas legales pero tiene una gran vena jurídica para moverse en los foros cual pez en el agua.
Es una persona que ha venido de menos a más y con el paso del tiempo ha sabido colocarse bien, hasta llegar a la cúspide del poder ahora en la administración de Ismael Hernández Deras y sin duda que se mantendrá con Herrera Caldera, ya que fue el artífice de la consolidación de su triunfo en esta apretada contienda por la gubernatura.
Rosales Badillo, ha ido trabajando en equipo, especialmente con sus compañeros de generación en la Facultad de Derecho, en donde pudo acomodar a muchos de ellos como catedráticos, gracias a la benevolencia del entonces director, Carlos Silerio Medina y se acercó al equipo de Ismael, a través de su amigo Luis Enrique Benítez Ojeda y fue ahí cuando cautivó a Hernández Deras, ya que tiene una amplia capacidad de seducir con sus magnos conocimientos jurídicos.
EL GRAN OPERADOR DE ISMAEL
En la víspera del sexenio ismaelista, se le manejaba a Rosales Badillo como posible Procurador General de Justicia pero finalmente no quedó en ningún cargo público visible, sino que se ostentó como el asesor jurídico del gobernador del estado y sí le ayudó a realizar diversas reformas legales que le interesaban para mantener el control de todos los hilos.
Entre esas maniobras, se encuentran las modificaciones a la legislación municipal para concederle atribuciones al Congreso del Estado para designar a los alcaldes sustitutos en caso de ausencias permanentes de los presidentes municipales constitucionales, así como cambiar la fecha de los informes de gobierno para que ahora sean cada mes de marzo.
Igualmente, operó la incursión de Apolonio Betancourt en la administración pública y su retorno como Presidente del Tribunal Superior de Justicia y estuvo al frente de los trabajos y la entrada en función del nuevo sistema de justicia penal, para lo cual palomeó la designación de magistrados, jueces y funcionarios que realizan las tareas en la procuración de justicia.
También no se puede omitir la reforma electoral en donde se incrementó el número de diputados locales de 25 a 30 legisladores.
SU CERCANÍA CON JHC
La cercanía de Hugo Rosales con Jorge Herrera Caldera, se presentó a partir del 2007, en donde le tenía que construir su candidatura a la alcaldía capitalina y para lo cual se tenía que subsanar su falta de militancia en el PRI y lo cubrió bastante bien al formalizar las alianzas con los partidos Nueva Alianza, Verde Ecologista y Duranguense, pero fue en ese mismo año cuando comenzó a adecuar las leyes electorales debido a la Reforma Federal.
No obstante, fue ese año cuando comenzó a trabajar para tener gente de su entera confianza en los organismos electorales. Por ejemplo, al término del proceso electoral del 2007, falleció Mario Galván, quien se desempeñaba como Secretario Ejecutivo del Instituto Estatal Electoral y su lugar fue ocupado por el actual presidente de este órgano, Raymundo Hernández Gámiz.
Igualmente, ya había hecho los movimientos en el ajedrez político, para que su compañero de generación, Roberto Herrera Hernández, quedara como Presidente del Tribunal Estatal Electoral, quien sí tiene experiencia en ese ramo pues fue muchos años funcionario del IFE.
En ese mismo año, fue cuando sufrió dos descalabros como fue la composición del Consejo Estatal Electoral, en donde intervinieron los amigos cercanos a Ismael como es el caso de Ricardo Pacheco y la Suprema Corte, le revocó las designaciones que hiciera el Congreso Estatal como fueron los de José Luis Carrillo, Alfredo Espinoza y Juan Francisco Vázquez Novoa y por supuesto, se dio el penoso asunto del 'diputado 18' en donde no pudo entrar Adrián Valles en el primer lugar de la pluri.
LA CONSTRUCCIÓN DE LA GUBERNATURA
Una vez que ya estaba consolidada la unión política de Rosales con Herrera Caldera, aquél empezó a trabajar intensamente para asegurarle la gubernatura y qué mejor con asegurar el control de las estructuras de su partido, el Revolucionario Institucional, así como en contar con leyes electorales favorables y un árbitro afín pero cubierto con un halo de legalidad. El chiste era hacer las cosas que le resultaran benéficas, pero todo sustentado en la normatividad.
Para esto, se vio en la necesidad de formular iniciativas de contrarreformas al marco jurídico-electoral, que fueron desde el incremento del tiempo de campañas, las medidas para la asignación de las diputaciones de representación proporcional, la participación de los representantes de casillas y la recomposición del Consejo Estatal Electoral, para lo cual, Raymundo Hernández, ascendió a la presidencia de este organismo.
Todas estas reformas le causaron al licenciado Rosales, ganarse la enemistad de Jorge Herrera Delgado, entonces presidente de la Gran Comisión, quien filtraba a los medios de comunicación que el asesor jurídico de Ismael era el autor de dichas iniciativas y lo calificaba como el "diputado 31".
Como podemos darnos cuenta, fue Rosales Badillo, quien hizo las reglas electorales con las que se iba a jugar la gubernatura y los ayuntamientos y diputaciones locales pero también, en su calidad de Presidente de la Comisión de Procesos Internos del PRI, trabajó para el ascenso de Esteban Villegas a la dirigencia estatal de este partido así como la colocación de todos los candados legales para que el candidato a gobernador fuera Jorge Herrera Caldera.
Cabe apuntar que estas reformas electorales, fueron impugnadas por los diputados de oposición ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación y fueron validadas, al igual que sus reformas legales respecto a las normas del municipio libre.
SU ALTA COTIZACIÓN
Como decíamos al principio, Rosales Badillo, se cotizará por las nubes y es que si bien ya está dando asesorías legales en otros estados del país, en lo que se refiere a Durango, tendrá demasiada influencia jurídica y política, ya que él tuvo en sus manos la defensa de los triunfos del PRI ante los tribunales.
En el terreno político, supo aprovechar los errores de sus adversarios a la hora de acudir a los foros jurídicos y no pudieron tumbarle nada en los tribunales de alzada como fue el caso de la asignación de las pluris en donde le concede al grupo en el poder un total de 23 diputados a su servicio y un total de 21 municipios, luego de haber recuperado Tlahualilo en los tribunales.
Como podemos ver, fue Hugo Rosales, quien hizo la Ley Electoral que se aplicó y que le permitió al PRI despacharse con seis plurinominales y darle representación a Nueva Alianza y la primera diputada del Partido Verde pero eso no era tan trascendente a ojos de muchos, sino lo que iba a suceder con la impugnación del resultado de la elección de la gubernatura, ante lo apretado y ante las descalificaciones que la oposición hacía del tribunal local y por consiguiente, Aispuro y sus seguidores, depositaban toda su confianza en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación porque aseguraban que este órgano jurisdiccional, no estaba cooptado por Rosales Badillo.
Sin embargo, los magistrados federales, no hicieron otra cosa más que confirmar la sentencia del Tribunal Electoral de Durango, cuya sala colegiada, resolvió conforme a la Ley Electoral de la entidad y que estimó que todos los argumentos esgrimidos por Rosas Aispuro, además de no ser comprobables de manera fehaciente, no son determinantes para declarar la nulidad de la elección y es que los recursos de inconformidad se basaron en tres ejes: las corbatas y camisas verdes limón de Ismael; los hechos violentos en casillas que derivaron en el robo de 20 urnas y la campaña de estado, orquestada por el titular del poder ejecutivo.
Los magistrados del TRIFE, coincidieron con los del Tribunal de Durango, al considerar que estas causas no fueron determinantes para anular la elección, dado que hubo una intensa participación ciudadana y un fuerte fenómeno del voto diferenciado; pero desde luego que esta decisión estuvo basada en la defensa y alegatos que hizo el abogado Rosales Badillo, quien se basó en una ley que él mismo redactó pero además, hizo gala de su gran experiencia como litigante.
Y es que además de, Hugo Rosales, tiene amplio camino recorrido en el mundo de los litigios y no se diga en la cuestión electoral, cosa que no tienen los abogados que asistieron a Aispuro Torres, quienes en su mayoría son hombres de academia o bien, jamás han incursionado en la materia electoral, lo que me viene a recordar una frase que decía el Lic. Raúl Ríos Güereca en sus cátedras en la Facultad de Derecho de la UJED: "Gané un juicio no porque yo sea muy chingón, sino porque el otro abogado era muy pendejo" y esto se vio cuando los magistrados del TRIFE desecharon todas las pruebas de Aispuro porque no demostraron nada de sus aseveraciones.
Como podemos darnos cuenta, Hugo Rosales, termina cotizándose bien alto no solamente por la elaboración de las leyes electorales que además de ser validadas por la Corte, fueron las que se aplicaron en este proceso electoral y por ende, todos los actos y decisiones de los entes electorales como el IEPC y el TEE, estuvieron apegados a la legalidad sino además porque demostró su alto oficio como abogado postulante.
Este triunfo que le da en los tribunales al PRI, que va desde la recuperación de un municipio más como es el caso de Tlahualilo, pasando por la construcción de un Congreso de 23 diputados entre priista y afines a este partido lo que redundará en el mayoriteo de iniciativas que convengan al ejecutivo así como la ratificación de la victoria de Herrera Caldera, vienen a hacer de Hugo Gerardo Rosales Badillo, el abogado con mayor influencia en el sexenio que apenas comienza.
Efectivamente, Rosales Badillo, viene a convertirse en una especie de abogado del diablo, en donde es capaz de ganar hasta el litigio más complicado y difícil que se le pueda presentar como fue el caso de los pleitos post electorales, de manera que está por demás decir, que su poder se incrementará porque fue el héroe principal del proyecto de Jorge Herrera Caldera, de alcanzar la gubernatura del estado de Durango y el haber alcanzado la unanimidad de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, demuestra que es un dómine en el ambiente de la litigada y por eso puede ser considerado como todo un "Advocatus Diaboli".
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