A LA OPINION PUBLICA DEL ESTADO DE DURANGO.
A LOS VERDADEROS MILITANTES QUE VIVEN Y PRACTICAN LOS PRINCIPIOS DE DOCTRINA DE ACCION NACIONAL.
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN QUE NOS HONRAN CON SU PRESENCIA.
Con profundo dolor, coraje y desaliento hoy anunciamos la conclusión de nuestra militancia y nuestro retiro de Acción Nacional.
Dolor por los años de pertenecer a un partido político bajo el que sus colores siempre dimos buenas y significativas batallas y en algunos de los casos de los aquí presentes, ha significado toda una vida en la defensa, de una forma que creímos es la correcta, de afrontar los retos de nuestro entorno para promover el bien común.
Coraje, porque nos retiramos en la defensa de los postulados y pilares básicos de nuestra doctrina, que pervirtieron nuestros dirigentes estatales por su mezquina ambición de buscar el poder por el poder mismo, a costa de lo que sea.
Por sucumbir a las tentaciones diabólicas de un puñado de filibusteros tránsfugas del PRI, a quienes solo les importó acomodarse en posiciones de poder pisoteando lo poco que nos servía de refugio a los panistas, que es nuestra dignidad, nuestra creencia en valores que son pilares de nuestro partido y que se han convertido en letra muerta en aras del predominio del llamado "fin superior."
Porque ese "interés superior" que invoca Juan Carlos Gutiérrez, no fue otra cosa que amafiarse y someterse a un personaje que hasta hace unos meses era priista hasta el tuétano, y quien meses atrás no solo no criticaba como hoy si lo hace, sino que hasta se deshacía en halagos para el Gobernante de quien hoy reniega, pretendiendo fingir amnesia de que el mismo señor Aispuro llegó al Estado de Durango, formando parte relevante de esa casta divina, de ese grupo en el poder, del que dice "cual niño berrinchudo", que no decidió someterse para según el estar del lado del pueblo, pero que ahí obtuvo todo lo que quizo, por la influencia y padrinazgo, por el dedazo o el chantaje, bueno hasta la candidatura a Presidente Municipal de Durango, la cual obtuvo con marrullerías en perjuicio del propio Partido Acción Nacional y en agravio de uno de los más importantes miembros de nuestro partido como lo fue el contador Alfonso Fernández de Castro, quien está al tanto de nuestro movimiento y ha decidido al igual que nosotros presentar su renuncia al Partido Acción Nacional.
Que falso y que coraje nos da, que en nuestro Partido prefieran hacerse los occisos porque así conviene al señor presidente; aliarse con un partido que también hasta hace unos meses representaba el principal y más acérrimo enemigo de Acción Nacional y del Presidente Calderón, a quien un día sí y otro también no lo bajaban de espurio.
Que decepción nos da el confirmar que en el Partido Acción Nacional de hoy en día, la divisa de cambio sea la diatriba, la segregación, la insidia, la maledicencia, la intolerancia, la agresión y la amenaza para quienes como nosotros hasta hoy panistas, no pensamos como ellos y que además sin ningún sentimiento de culpa permitieron que Aspurio, Enríquez y los Ruin Canaán, pisotearan sin ninguna consideración ni respeto nuestros derechos partidarios y el aporte, poco o mucho, que cada uno de nosotros a lo largo de nuestra militancia desplego a favor de las mejores causas de Acción Nacional.
Nos vamos con un sentimiento de desaliento porque priva en el país un sentimiento ciudadano de zozobra, confusión y enojo, por la difícil situación económica de crisis diaria de los mexicanos, de aumento de la pobreza extrema, de desempleo lacerante, y todo ello cataclismado en un mal endémico recientemente apostado en la fibra sensible de la piel de los mexicanos, que es el miedo, a la violencia, a la inseguridad, a la delincuencia, a salir a la calle y que lo más barato que resulte sea un asalto a plena luz del día, a no dormir en las noches por el temor que algo le pase a nuestros hijos, y que ellos tengan que vivir entre medidas cautelares de los padres que les impide vivir una vida normal.
Y todo ello, según la percepción de los mexicanos, adjudicado en parte a la incompetencia de un Gobierno Panista.
¿Cómo es que llegamos a ese Estado de cosas?
¿Cómo es que el PAN como partido, tiene que pagar por los errores de sus gobernantes y militantes?
¿En qué momento permitimos los panistas que se reprodujera la toma del Partido por el poder del Gobernante en turno?
¿En qué momento ganamos el poder pero perdimos el partido?
¿En qué momento perdimos la esencia de nuestra lucha política por generar el bien común, el buen gobierno, la trasparencia, la honestidad y la prevalencia de los principios democráticos para discernir sobre el destino nacional?
¿En qué momento dejaron de ser panistas quienes hoy conducen nuestro partido?
Estas y muchas reflexiones más nos hacemos hoy los agredidos panistas de Durango, quienes por hacer uso de nuestra libertad y ejercer a plenitud la idea de la militancia, somos amenazados y pretendidamente expulsados, ahora si, como dice Aspurio, por los de enfrente, los que son dueños del partido, que abusan del humilde pero se inclinan ante el poderoso, los que son candil de la calle pero obscuridad en la casa; los que exigen justicia pero cargan consigo el hedor de los muertos que tienen guardados en sus closets.
No nos tienen que correr, no se preocupen, nos vamos solos, porque ni locos de quedarnos en medio de la turba elegante y refinada de sangre azul, que alegremente festeja él como los tránsfugas mancillan lo más preciado de sus intimidades.
Por su atención.
Muchas Gracias
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