EL PRI ESTATAL EN MANOS DE
INEXPERTOS Y ADULADORES.
Por el Lic. Octaviano Rendón Arce.
A mediados de la presente semana, el presidente del comité directivo estatal del Revolucionario Institucional en Durango, Esteban Villegas, anunció que quien esto escribe, junto con otras personas más, seríamos expulsados de nuestro partido, pues se nos acusa de traición y de apoyar las causas de otros institutos políticos.
En ésta ocasión y disculpa por adelantada para los lectores, quisiera abordar mi caso y exponer la realidad de las cosas:
Por principio de cuentas no soy ni seré nunca ningún traidor al Partido Revolucionario Institucional, pues gracias a él he realizado una carrera política y me ha brindado la oportunidad de ser el presidente municipal de Gómez Palacio, en dos ocasiones diputado al Congreso Local, en dos ocasiones Presidente Municipal Suplente, Presidente del Comité Directivo Municipal del PRI, Secretario General del Sector Popular, entre otras cosas más.
Tal parece que el no estar de acuerdo como se hacen las cosas al interior del PRI en Durango es traicionar, cuando en realidad lo que estoy haciendo es una defensa de mi partido, hoy en manos de un grupo de incondicionales y aduladores al poder en turno.
No estoy de acuerdo, lo dije antes y lo reitero hoy, en como se dio la selección de candidatos a los diferentes puestos de elección popular que serán votados el próximo 4 de julio.
No estoy de acuerdo que el actual Gobernador, intente prolongar su mandato pues nuestra entidad no soportaría seis años más de lo mismo.
No estoy en contra del PRI, pero si estoy en contra de quienes lo controlan y lo manejan a su antojo, convirtiéndolo en una agencia de empleos políticos en donde la antigüedad, la lealtad y la militancia comprobada salen sobradando. Aquí, lo que convence es el servilismo y la comodidad de aceptar las cosas por muy mal que estas sean.
Esteban Villegas no es más que un simple servidor del grupo de poder en turno y todo lo que hace y dice es una insultante obediencia. No existen, al menos por el momento, el trabajo de partido y las asambleas de delegados fueron manipuladas en tiempo para favorecer a quienes quieren seguir disfrutando del poder político y económico que el Gobierno de Durango debe generar.
De tiempo atrás, un servidor ha exigido a la actual administración de Gómez Palacio una mayor transparencia en los recursos y la información de cómo se gasta el dinero de mis conciudadanos, incluyendo el último crédito de Banobras de 182 millones de pesos, pues al igual que muchos gomezpalatinos no sabemos con exactitud porque vamos a estar endeudados por lo menos por treinta años, tomando en consideración que se abonan un promedio de diez millones al principal incluyendo los intereses por año.
Que esta exigencia coincida con otros personajes de la política local, sean del PRI o de otro partido, es una situación ajena y de la cual nada tenemos que ver.
Como presidente municipal de Gómez Palacio, recibí una deuda de ochenta y cuatro millones y se dejo en 40 millones de pesos y a la vuelta de tres años, la misma será de casi 400 millones y quien esto escribe no solamente quisiera saber, sino que lo exijo en que se ha gastado tanto dinero y por qué todavía los ciudadanos tenemos que pagar por muchos años una deuda que no se entiende.
No, no estoy en contra de mi partido, estoy en contra de quienes actualmente están al frente del mismo.
Para Esteban Villegas es muy cómodo anunciar que seré expulsado de mi partido, pero a la hora de pedir pruebas me gustaría saber cuales aportará. ¿La molestia de como se ha gobernado a Gómez Palacio los últimos tres años?.
Es triste y lamentable, pero a la vez riesgoso, el ver como Gómez Palacio se ha estancado y que con una que otra obra, que no cubre ni de risa el presupuesto anual, quieren ocultar un gran desaseo administrativo.
Pero no solamente se ha defraudado en lo económico, y aquí lo grave es que se ha engañado a los gomezpalatinos.
Quiero decirle a Esteban Villegas que cuando juzgue pertinente mi expulsión de mi partido y sea puesto en marcha el procedimiento, verá que la cosa no será tan sencilla como él supone.
Aquí los traidores al Partido Revolucionario Institucional, a Durango y a Gómez Palacio son otros y usted sabe a quienes me refiero.
Me parece realmente un descaro que se intente expulsar a priístas de lealtad comprobada por no comulgar con los intereses de grupúsculos que solamente buscan ampliar su poderío económico y político.
Como priísta no solamente tengo el derecho sino la obligación moral de exigir honestidad a nuestros dirigentes, que no se vendan al mejor postor y que sean leales a los postulados de nuestro instituto político.
Como ciudadano, tengo el derecho de exigir cuentas claras a las autoridades actuales.
Si exigir lo anterior es ser traidor, entonces no solamente lo soy, sino que seguiré siendo un traidor, porque no descansaré hasta que las exigencias de duranguenses y gomezpalatinos queden cumplidas a cabalidad.
No hace mucho tiempo, en este mismo espacio escribí que Esteban Villegas es un títere y que todos sabemos quien es el titiritero, pero realmente nunca me imaginé que la incapacidad del que hoy dirige los destinos de mi partido llegara a tanto.
Esteban, estoy a tus órdenes.
G
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