Por Alberto De la Rosa Olvera
Hoy, la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), celebra sus 55 años de fundación, en el marco del natalicio del Gran Patricio por quien siempre llevará su nombre nuestra casa de estudios: Benito Juárez García.
En la UJED se respiran vientos de cambio y sin lugar a dudas, se debe por la construcción de un ambiente de armonía y certeza que ha encabezado el rector Luis Tomás Castro Hidalgo, quien ha venido a encauzar el rumbo de la institución a un horizonte más promisorio.
Esto se refleja en la tranquilidad y trabajo que se percibe en la Universidad, en donde sobresale la satisfacción a las demandas laborales de los gremios de trabajadores académicos y administrativos así como en el inicio de la transformación de la vida universitaria.
Este último punto lo tenemos con el avance significativo de los trabajos para sacar adelante el empolvado proyecto de la Reforma Universitaria, la cual se conforma por la actualización del marco jurídico vigente de la UJED y que desde hace más de 20 años, solamente ha sido una buena intención o una bandera política de los rectores que han transitado por la institución.
Luego de las convulsiones políticas de finales de los 80s y principios de los 90s que aquejaron a la UJED, surgió la necesidad de renovar la legislación universitaria, para que la casa de estudios ingresara con certeza al concierto mundial de la educación media superior y superior; pero como siempre existe resistencia al cambio, porque tanto José Ramón Hernández Meraz como Rubén Calderón Luján, escondieron los proyectos en un triste rincón y las cosas siguieron igual.
Sin lugar a dudas, que el detener la Reforma Universitaria, trajo como consecuencia retrasos en la modernización académica, sobre todo en aspectos de internacionalización e intercambio académico; en el financiero con esquemas poco claros en la administración de los recursos y ya no se diga en el político, en donde grupos familiares se apoderaron de las unidades académicas para usufructuarlas a su antojo.
Castro Hidalgo le ha apostado al cambio. Desde su llegada a la rectoría no quiso tolerar los vicios y excesos de algunos cabecillas que gozaban de una gran cantidad de privilegios, sobre todo de carácter económico y además, no tuvo pánico con el tema de la Reforma Universitaria y de inmediato convocó a la integración de una mesa para los trabajos en donde participaron todos los actores que convergen al interior de la institución.
Durante todo 2011, se celebraron foros, conferencias y demás actividades tendientes a la actualización del anteproyecto de reforma a la Ley Orgánica de la UJED y sus reglamentos respectivos. En dichos eventos se escucharon y atendieron las voces de todos los universitarios como parte de la vida democrática y plural que acontece al interior de la Universidad.
Todo esto trajo como consecuencia, que el jueves 15 de marzo pasado, la Junta Directiva de la UJED, aprobara el anteproyecto de la Reforma Universitaria, misma que tendrá que ser puesta a la consideración del Consejo Universitario para su aprobación y entonces sí, una vez que lleve este requisito, podrá ser enviada al Congreso del Estado para que se convierta en iniciativa y agotado todo el procedimiento legislativo, la actualización de la Ley Orgánica de la UJED, será una realidad.
Una vez que se cuente con la tan anhelada y trillada Reforma Universitaria, el cambio en la UJED tendrá mayor certidumbre jurídica y entonces, se podrá hablar de la modernidad en todos los aspectos de la vida universitaria y sin duda, se debe a la voluntad del rector Luis Tomás Castro Hidalgo, quien no quiso hacerse d la vista gorda con este tema que era inaplazable para alcanzar una real transformación de nuestra alma mater.
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